sábado, 30 de agosto de 2008

DOMINGO 31 DE AGOSTO

EVANGELIO

Mateo 16, 21-27. En aquel tiempo, empezó Jesús a explicar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día. Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo: «¡No lo permita Dios, Señor! Eso no puede pasarte.» Jesús se volvió y dijo a Pedro: «Quítate de mi vista, Satanás, que me haces tropezar; tú piensas como los hombres, no como Dios.» Entonces dijo Jesús a sus discípulos: «El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Si uno quiere salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí la encontrará. ¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? ¿O qué podrá dar para recobrarla? Porque el Hijo del hombre vendrá entre sus ángeles, con la gloria de su Padre, y entonces pagará a cada uno según su conducta.» Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


Notas Pastorales:

Justicia final




“Porque el Hijo del Hombre vendrá entre sus ángeles, con la gloria de su Padre, y entonces pagará a cada uno según su conducta” (Mt. 16, 27).

Así expresa, entre otros aspectos, el Evangelio de hoy la espera del retorno de Cristo como juez de vivos y muertos; habrá un juicio en donde el ser humano comparecerá ante Dios para dar cuenta de sus actos.

En el Antiguo Testamento, una de las funciones más importantes de los gobernantes consistía en decidir en los litigios; a fin de que se hiciese justicia y se presentase el derecho de cada quien en aquella sociedad. A pesar de esto, en los Salmos vemos el clamor de un pueblo demandando justicia al Dios de los justos perseguidos: “Levántate Yahvé, no triunfe el hombre malo, sean las gentes juzgadas ante Ti” (Sal. 9, 19); “Hazme justicia, oh Yahvé… he confiado en Ti, sin vacilar” (Sal. 26, 1).

En el Nuevo Testamento, la predicación de Jesús se refiere frecuentemente al juicio del último día. Tal es el caso de la parábola de los talentos en Mateo 25, 14-30:

« “El Reino de los Cielos es también como un hombre que, al salir de viaje, llamó a sus servidores y les confió sus bienes. A uno le dio cinco talentos, a otro dos, y uno solo a un tercero, a cada uno según su capacidad; y después partió. En seguida, el que había recibido cinco talentos, fue a negociar con ellos y ganó otros cinco. De la misma manera, el que recibió dos, ganó otros dos, pero el que recibió uno solo, hizo un pozo y enterró el dinero de su señor. Después de un largo tiempo, llegó el señor… el que había recibido un solo talento le dijo: "…tuve miedo y fui a enterrar tu talento: ¡aquí tienes lo tuyo!" Pero el señor le respondió: "Servidor malo y perezoso, si sabías que cosecho donde no he sembrado y recojo donde no he esparcido, tendrías que haber colocado el dinero en el banco, y así, a mi regreso, lo hubiera recuperado con intereses. Quítenle el talento para dárselo al que tiene diez, porque a quien tiene, se le dará y tendrá de más, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene. Echen afuera, a las tinieblas, a este servidor inútil; allí habrá llanto y rechinar de dientes”. »

Todos deseamos que se aplique lo mejor posible la justicia en esta vida, pero como existen tantas limitaciones y obstáculos, anhelamos el juicio definitivo de Dios.

En este juicio Divino no habrá padrinos, ni cómplices, ni inmunidad, ni habrá intocables; se sabrá en verdad quién fue honesto o no, quién actuó a los ojos de los hombres ó a los ojos de Dios. Quizás en esta vida podamos aparentar y engañar, pero allá no será así. Se hará evidente si fuimos fundamentalmente buenos o fundamentalmente malos.

El juicio final no hará sino manifestar, a plena luz, esta decisión operada desde ahora en el secreto de los corazones, a favor del bien o en contra de él.

Por todo esto, la conciencia en la existencia de ese juicio, es una invitación desde el amor y desde el Santo temor a Dios, a una conversión sincera. Es necesario un cambio de vida profundo, en dirección al bien y a la verdad, porque el Hijo del Hombre “pagará a cada uno según su conducta”.


Monseñor Antonio José López Castillo
Arzobispo de Barquisimeto




Santo Padre

Su biografía (IV y última parte). En la Curia romana, fue miembro del Consejo de la Secretaria de Estado para las Relaciones con los Estados; de las Congregaciones para las Iglesias Orientales, para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, para los Obispos, para la Evangelización de los Pueblos, para la Educación Católica, para el Clero y para las Causas de los Santos; de los Consejos pontificios para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y para la Cultura; del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica; y de las Comisiones pontificias para América Latina, “Ecclesia Dei”, para la Interpretación auténtica del Código de Derecho Canónico y para la Revisión del Código de Derecho Canónico Oriental.
Sus publicaciones fueron abundantes a lo largo de los años, constituyendo un punto de referencia para muchas personas, especialmente para los que querían profundizar en el estudio de la teología.

Tuvo gran resonancia el discurso que pronunció ante la Academia bávara sobre el tema “¿Por qué sigo aún en la Iglesia?”, en el que, con su habitual claridad, afirmó: “Sólo en la Iglesia es posible ser cristiano y no al margen de la Iglesia”.

Hasta la muerte de Juan Pablo II era miembro de la Secretaría de Estado; de las Congregaciones Iglesias Orientales, Culto Divino y Sacramentos, Obispos, Evangelización de los pueblos, Educación católica; así como de los Pontificios Consejos para la Unidad de los cristianos y del de Cultura; de las Comisiones para América Latina y Ecclesia Dei.

Fue elegido Papa el 19 de abril de 2005, convirtiéndose en el Pontífice número 265, sucesor de Juan Pablo II "El Grande". Escogió el nombre de Benedicto XVI.

Aparecida
Apartar las sombras para llegar a la luz


V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe. Documento Aparecida. Primera Parte. Capítulo 2/ 2.2 Situación de nuestra Iglesia en esta hora histórica de desafíos. Resumen del N° 100.

En promedio, el aumento del clero, y sobre todo de las religiosas, se aleja cada vez más del crecimiento poblacional en nuestra región.

Lamentamos la ausencia de una auténtica obediencia y de ejercicio evangélico de la autoridad, las infidelidades a la doctrina, a la moral y a la comunión.

Constatamos el escaso acompañamiento dado a los fieles laicos en sus tareas de servicio a la sociedad, particularmente cuando asumen responsabilidades en las diversas estructuras del orden temporal… y, en ocasiones, una limitada comprensión del carácter secular que constituye la identidad propia y específica de los fieles laicos.

Falta espíritu misionero en miembros del clero, incluso en su formación. Muchos católicos viven y mueren sin asistencia de la Iglesia, a la que pertenecen por el bautismo.

Algunos movimientos eclesiales no siempre se integran adecuadamente en la pastoral parroquial y diocesana; a su vez, algunas estructuras eclesiales no son suficientemente abiertas para acogerlos.

Muchas veces no es fácil el diálogo ecuménico con grupos cristianos que atacan a la Iglesia Católica con insistencia.

Reconocemos que, en ocasiones, algunos católicos se han apartado del Evangelio, que requiere un estilo de vida más fiel a la verdad y a la caridad, más sencillo, austero y solidario.

Nos reconocemos como comunidad de pobres pecadores, mendicantes de la misericordia de Dios, congregada, reconciliada, unida y enviada por la fuerza de la Resurrección de su Hijo y la gracia de conversión del Espíritu Santo.




Concilio Plenario de Venezuela
La inculturación a nivel regional y nacional

Resumen del Documento Conciliar Nº 11 Instancias de Comunión. Desafío 4.

Todas las instancias eclesiales promuevan la inculturación del cristianismo en las diversas regiones geográficas, históricas y culturales de Venezuela.

Los agentes pastorales ayuden a que en su región se viva el cristianismo a fondo y estimulen a los que así viven a que expresen su fe desde lo más hondo de sí. De esta manera, el Evangelio se expresará en esa cultura y a la vez su vivencia cristiana descubrirá riquezas del cristianismo hasta hoy poco exploradas.

Todas las instancias de comunión, en los diversos niveles, promuevan expresiones cristianas, partiendo de la colaboración de artistas y antropólogos, en orden a relacionar la trascendencia de las vivencias con sus significados culturales.

Los organismos e instancias de comunión a nivel nacional siéntanse llamados por Dios a asumir, con la audacia del Espíritu, la nueva cultura organizacional y readaptarla para que sea vehículo de evangelización, en una época caracterizada por la existencia de grandes organizaciones de alcance mundial que mueven la opinión pública e inducen conductas y proyectos a largo plazo.

La CEV establezca un Consejo Asesor Nacional de Pastoral, constituido con miembros de los distintos sectores e instancias eclesiales, en aras de una pastoral de conjunto en línea conciliar. La CEV reglamentará el funcionamiento de este organismo.





Áreas Pastorales
-Las Jornadas Marianas son una experiencia de Nueva Evangelización, desde el carisma mariano, donde se profundizan los temas referentes a María en diversas dimensiones. Se comenzó con el año dedicado a Jesucristo, luego el del Espíritu Santo en 1998, María, mujer dócil al Espíritu, y en 1999, María, hija predilecta del Padre.
Estas Jornadas Marianas se realizan en Barquisimeto, alrededor del final de septiembre, y tienen concurrencia de varias partes de Venezuela. Vienen ponentes de varias partes del país e incluso del mundo; en el año 98 vino el Padre René Laurentín, uno de los más importantes mariólogos a nivel internacional, de Francia, a hablar acerca de María y el Espíritu Santo; luego, al año siguiente, el Padre Johann Roten, sm, Director del Instituto Internacional de Investigaciones Mariológicas (IMRI) ubicado en Dayton, Oh, Estados Unidos, además ha venido el Padre Flaviano Amatuli, fundador de los Apóstoles de la Palabra y otros padres de México. En el año 2006 acudieron a dar ponencias los rectores o responsables de los santuarios a nivel de Venezuela, la Chinita de Maracaibo, la Virgen del Valle de Margarita, la Coromoto de Guanare, entre otros. (Vea Iglesia en Marcha).
-La parroquia San José Obrero, del barrio La Paz, celebró su XV Aniversario el 29 de agosto. Después de quince años como vicaria, fue nombrada Parroquia “San José Obrero” por el arzobispo emérito de Barquisimeto, monseñor Tulio Manuel Chirivella Varela.
La excelsa patrona, Divina Pastora, estará en esta parroquia hasta el domingo 31 de agosto; y el lunes 1 de septiembre a las 7 p.m., 170 feligreses de la parroquia recibirán la condecoración de “Ilustre ciudadano”.

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