Mateo 16, 13-20. En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: « ¿Quién dice la gente que soy yo?» Ellos contestaron: -«Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas» Él les preguntó: -«Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?» Simón Pedro tomó la palabra y dijo: -«Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.» Jesús le respondió: -« ¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo. Ahora te digo yo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo» Y les mandó a los discípulos que no dijesen a nadie que él era el Mesías. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Notas Pastorales:
Obediencia al Santo Padre
“Yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará” (Mateo 16, 18).
La Iglesia es la comunidad de salvación en Cristo. Adán, en lugar de ser guía de un pueblo, congregado para vivir con Dios, se convierte en padre de una humanidad dividida por las codicias, la soberbia, el odio, y en aquellos que huyen de Dios. Fue necesario que un nuevo Adán inaugurara una nueva Creación, en la que fuera restaurada una vida en amistad con el Todopoderoso y con todos los hermanos.
Hoy, el Evangelio nos presenta precisamente una verdad fundamental de nuestra fe: Cristo escoge entre sus doce discípulos a Pedro, para que pastoree a Su única Iglesia; lo encargó a él y a los demás apóstoles para que fueran “piedra angular” de la misma. Esta Iglesia constituida y ordenada en este mundo como una sociedad, subsiste en la Iglesia Católica, gobernada por el sucesor de Pedro, el Papa, y por los obispos en comunión con él. En su Magisterio pontificio hallamos una roca; los Obispos y sacerdotes fieles, le siguen y transmiten sus enseñanzas, con la seguridad de que en ellas encontramos al mismo Cristo, Buen Pastor, que guía a sus ovejas hacia el Cielo.
El decreto sobre Ecumenismo del Concilio Vaticano II explicita: “Solamente por medio de la Iglesia Católica de Cristo, que es auxilio general de salvación, puede alcanzarse la plenitud toral de los medios de salvación. Creemos que el Señor confió todos los bienes de la Nueva Alianza a un único colegio apostólico presidido por Pedro, para constituir un solo Cuerpo de Cristo en la tierra, al cual deben incorporarse plenamente los que de algún modo pertenecen ya al pueblo de Dios” (UR 3).
La Iglesia, unida a Cristo, está santificada por Él, en Él y con Él; todas las obras de la Iglesia se esfuerzan en conseguir “La santificación de los hombres en Cristo y la glorificación de Dios” (SC 10). En la Iglesia, es en donde está depositada “la plenitud toral de los medios de salvación” (UR 3). Es en ella donde “conseguimos la santidad por la gracia de Dios” (LG 48).
“La Iglesia, en efecto, ya en la tierra se caracteriza por una verdadera santidad, aunque todavía imperfecta” (LG 48). La santidad puede ser aspirada por todos sus miembros: “Todos los cristianos, de cualquier estado o condición, están llamados cada uno por su propio camino, a la perfección de la santidad, cuyo modelo es el mismo padre” (LG 11).
Ante este privilegio de pertenecer a la verdadera Iglesia fundada por Cristo, debemos orar, estudiar sus enseñanzas y proyectarlas con la vida y el trabajo apostólico. Que éste sea hoy nuestro compromiso: vivir, defender y proclamar nuestra fe católica, en obediencia al Papa.
Monseñor Antonio José López Castillo
Arzobispo de Barquisimeto
Arzobispo de Barquisimeto
Santo Padre
Su biografía (III Parte). En 1978, el Cardenal Ratzinger participó en el Cónclave, celebrado del 25 al 26 de agosto, que eligió a Juan Pablo I, el cual lo nombró su Enviado Especial al III Congreso mariológico internacional, que tuvo lugar en Guayaquil (Ecuador), del 16 al 24 de septiembre. En el mes de octubre del mismo año, participó también en el Cónclave que eligió a Juan Pablo II.
Fue Relator en la V Asamblea general ordinaria del Sínodo de los Obispos, de 1980, sobre el tema: “Misión de la familia cristiana en el mundo contemporáneo”, y Presidente delegado de la VI Asamblea general ordinaria, de 1983, sobre “La reconciliación y la penitencia en la misión de la Iglesia”.
Juan Pablo II lo nombró Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y Presidente de la Pontificia Comisión Bíblica y de la Comisión Teológica Internacional, el 25 de noviembre de 1981. El 15 de febrero de 1982 renunció al gobierno pastoral de la archidiócesis de Munich y Freising El 5 de abril de 1993, lo elevó al Orden de los Obispos, asignándole la sede suburbicaria de Velletri-Segni.
Fue Presidente de la Comisión para la preparación del Catecismo de la Iglesia católica, que, después de seis años de trabajo (1986-1992), presentó al Papa el nuevo Catecismo.
Juan Pablo II, el 6 de noviembre de 1998, aprobó la elección del cardenal Ratzinger como Vicedecano del Colegio cardenalicio, realizada por los Cardenales del Orden de los Obispos. Y el 30 de noviembre de 2002, aprobó su elección como Decano; con dicho cargo le fue asignada, además, la sede suburbicaria de Ostia.
En 1999 fue Enviado Especial del Papa a las celebraciones con ocasión del XII centenario de la creación de la diócesis de Paderborn, Alemania, que tuvieron lugar el 3 de enero.
Desde el 13 de noviembre de 2000 fue Académico honorario de la Academia Pontificia de las Ciencias.
APARECIDA
El trabajo y la oración han dado frutos
V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe. Documento Aparecida. Primera Parte. Capítulo 2/ 2.2 Situación de nuestra Iglesia en esta hora histórica de desafíos. Resumen del N° 99.
Los esfuerzos pastorales orientados hacia el encuentro con Jesucristo vivo han dado y siguen dando frutos. Entre otros, destacamos los siguientes:
a) Debido a la animación bíblica de la pastoral, aumenta el conocimiento de la Palabra de Dios y el amor por ella.
b) La renovación litúrgica acentuó la dimensión celebrativa y festiva de la fe cristiana, centrada en el misterio pascual de Cristo Salvador, en particular en la Eucaristía. Crecen las manifestaciones de la religiosidad popular, especialmente la piedad eucarística y la devoción mariana.
c) Nuestro pueblo tiene gran aprecio a los sacerdotes. Reconoce la santidad de muchos de ellos, como también su testimonio de vida… También los ministerios confiados a los laicos y otros servicios pastorales… Es significativo el testimonio de la vida consagrada, su aporte en la acción pastoral y su presencia en situaciones de pobreza, de riesgo y de frontera.
d) Resalta la abnegada entrega de tantos misioneros y misioneras que, hasta el día de hoy, desarrollan una valiosa obra evangelizadora y de promoción humana.
e) Crecen los esfuerzos de renovación pastoral en las parroquias, favoreciendo un encuentro con Cristo vivo… Se ha tomado conciencia de la importancia de la Pastoral Familiar, de la Infancia y Juvenil.
f) La Doctrina Social de la Iglesia constituye una invaluable riqueza, que ha animado el testimonio y la acción solidaria de los laicos y laicas, quienes se interesan cada vez más por su formación teológica… Se valora el desarrollo que ha tenido la Pastoral Social, como también la acción de Caritas –y- los diversos apostolados con incidencia social. Se ha desarrollado la pastoral de la comunicación social… contrarrestando en parte a grupos que ganan constantemente adeptos usando con agudeza la radio y la televisión.
Concilio Plenario de Venezuela
Nuevas iniciativas para favorecer la comunión
Resumen del Documento Conciliar Nº 11 Instancias de Comunión. Desafío 4: Promover el surgimiento de nuevas instancias de comunión eclesial que, respondiendo a los retos que nos presenta la nueva época, contribuyan a realizar su misión.
Todas las instancias del Pueblo de Dios, ante una época como en la que vivimos, caracterizada por la emergencia del sujeto autónomo con capacidad de iniciativa y por asociaciones dinámicas, busquen nuevas formas de organización, a encontrar cauces que alimenten nuestra vida cristiana para evangelizar y, como Jesús, para socorrer necesidades.
Todos los miembros de la Iglesia favorezcan iniciativas, grupos, comunidades y asociaciones de base, abiertos a todos los que quieran integrarlos; sensibles al hambre de pan y de Dios de nuestro pueblo; dispuestos a la corrección fraterna de otros grupos y hermanos; en comunión con los que tienen el ministerio de animar la comunidad.
Favorecer pequeñas comunidades cristianas o asociaciones con intereses específicos, como cultivar el espíritu cristiano en una profesión o rama del saber; atender una necesidad particular; animarse, los que pertenecen a un mismo colectivo, en su vida cristiana; sembrar el cristianismo en la sociedad; crear la percepción de una misma orientación cristiana que convoque a realizarla juntos.
Áreas Pastorales
¿Por qué el Vaticano no vende todas sus riquezas en edificios y obras de arte para darle de comer a los pobres?
Cuando se habla de “las riquezas del Vaticano”, no hay que perder de vista que se está hablando de bienes culturales que son patrimonio de la humanidad, y de los cuales la Iglesia no es más que la custodia segura. El Vaticano, fuera de sus templos, es un gigantesco museo donde acuden innumerables personas del mundo entero para conocer parte del patrimonio científico, filosófico, teológico y artístico de la humanidad.
Es evidente además, que en el caso de que se vendiera todo este patrimonio de la humanidad, esto no solucionaría la pobreza en el mundo; de hecho, hay estadísticas según las cuales sólo se daría de comer a los pobres durante tres días. Así que hay que ser conscientes de que esto no es más que una falsedad que busca desacreditar a la Iglesia. La respuesta a la pobreza depende de la buena voluntad de los gobernantes.
Por otra parte, la Santa Sede, así como muchas instituciones de la Iglesia ayudan económicamente de manera importante a los más necesitados. Para tener una idea, en los años 1998-1999, sólo Caritas italiana distribuyó 34,5 millones de dólares destinados a 69 países de los cinco continentes.
Además, el Papa destina el “Óbolo de San Pedro” -una colecta que se realiza una vez al año en las Iglesias de todo el mundo- a muchísimas obras de caridad y a las Iglesias más necesitadas. En el año 1999, por ejemplo, Juan Pablo II donó todo el dinero recolectado (55.313.587 dólares) a escuelas, leproserías, hospitales, centros de asistencia especiales y zonas azotadas por grandes calamidades (terremotos, sequías, hambre), alrededor del mundo. La Santa Sede también ayuda al sostenimiento de los Lugares Santos y de las Obras misionales.
De igual manera podemos decir que las grandes obras de misericordia que ennoblecen la humanidad, han sido invento e iniciativa de la Iglesia. La Iglesia católica inventó los hospitales, los orfanatos, los cotolengos, los hogares para discapacitados, y hasta las mismas universidades. Si hoy podemos asistir a una universidad es gracias a la Iglesia; si hoy podemos acudir a un hospital es gracias a la Iglesia.
En cuanto a la vida personal del Papa, él vive modestamente, sin propiedades personales. Un periodista narra que el Papa Pío XII murió en su habitación que era sumamente sencilla, recostado en una pobre cama de hierro; su comida diaria consistía en unas pocas verduras. El médico de San Pío X, asistiéndolo en su enfermedad, quedó desconcertado al comprobar que el gran Papa llevaba puesto debajo de su blanca sotana, unos pantalones remendados como los de cualquier pobre del pueblo. El Papa al morir, ni siquiera deja a sus familiares sus bienes personales; sólo su enseñanza y buen ejemplo. Vive y muere pobre como Jesús.
Así que cuando te hagan esta pregunta, ya sabes cómo defender a tu Iglesia.
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