lunes, 29 de septiembre de 2008

28 DE SEPTIEMBRE

Arquidiócesis de Barquisimeto
Vicaría de Pastoral

Jornada de formación permanente para el clero diocesano, religiosos, religiosas y laicos. Tema central: Primera jornada motivacional hacia el proyecto arquidioc
esano de Renovación Pastoral. Días 7, 8 y 9 de octubre en el Centro Pastoral San Alfonso (calle 24 entre 21 y 22). Clero, religiosos y religiosas de 9 a.m. a 12 m. BsF. 50/ Laicos y movimientos de apostolado de 6 p.m. a 8:30 p.m. BsF. 30. Nota: párrocos favor enviar 2 representantes, que quedarán exonerados si van con una carta firmada y sellada por sus parroquias.


Evangelio

Mateo 21, 28-32. En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: -« ¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo: "Hijo, ve hoy a trabajar en la viña. " Él le contestó: "No quiero." Pero después recapacitó y fue. Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó: "Voy, señor. " Pero no fue. ¿Quién de los dos hizo lo que quería el padre?» Contestaron: -«El primero.» Jesús les dijo: -«Os aseguro que los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el camino del reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la justicia, y no le creísteis; en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron. Y, aun después de ver esto, vosotros no recapacitasteis ni le creísteis.» Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.



Notas Pastorales: La Obediencia como valor

“Un Hombre tenía dos hijos: se acerco al primero y le dijo: Hijo vete a trabajar hoy a la viña: y el respondió: Ya voy, Señor. Pero no fue. El Padre se dirigió al segundo y le dijo lo mismo. Este le respondió: No quiero ir, pero se arrepintió y fue. ¿Cuál de l
os dos hizo la voluntad del padre? Le contestaron: el primero”. (Mt. 21. 28-31).

Este texto nos invita a reflexionar entre otros temas, sobre la obediencia. Hoy día, el hombre ambiciona asumir por su cuenta la decisión de sus responsabilidades morales, quiere ser el artífice de su destino, el proyector autónomo de sí mismo y rechaza cualquier intromisión autoritaria en su vida. Pero Cristo, vino para inaugurar en su persona, un nuevo culto hecho de obediencia amorosa.

El Evangelio recuerda de él que, aunque filialmente sometido a los pad
res terrenos (Lc 2, 15), no obstante estaba totalmente dedicado a las cosas de su Padre Celestial (Lc 2, 49). Por eso ante los discípulos, se mostró a sí mismo, como ejemplo de total sumisión al Padre: “He bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado” (Jn 6, 38). Los sufrimientos de su pasión y su muerte son vistos, a la luz de sus mismas palabras: “Padre mío, si es posible, que pase de mi este cáliz, más no sea como yo quiero, sino que como quieres tú” (Mt 26, 39). Él esta a su vez en condición de salvar a quien le obedece (Hebreos 5, 9).

La actitud que salva es la obediencia en la fe. (Romanos 1, 5) Es esta una elecci
ón que implica coherencia y total dedicación, el hombre no puede ser neutral ante el bien y el mal. El asunto es que seguir a Dios obedeciéndole, es el camino que conduce a la vida, a la paz interior; en cambio, el obedecer al pecado, es camino de esclavitud y de pesar.

El pecado como desobediencia al bien nos destruye en lo más profundo del ser. Pero la obediencia al espíritu de Dios, hace vivir y se opone a la servidumbre. La obediencia es así aceptación de Dios, es un nacer a los valores es un morir al egoísmo. La obediencia nos recuerda que somos individuos, pero que también somos una familia en armonía y que nos sentimos inmersos en el gran plan de salvación de Dios.

La obediencia no puede ser servil, debe ser donación, inteligente, pero donación. La obediencia es distinto a humillación o servilismo; tampoco es desprecio a sí mismo, ni perdida de personalidad; es espíritu de convivencia, es integración, es dimensión organizativa, es virtud. Ella se opone a la adulación y al fariseísmo, pero sobre todo se opone a la amargura, a la coerción, al desorden, al capricho; que solo dividen y destruyen. Por eso, saber obedecer nos hace eficaces y nos fortalece en una fe madura.

La obediencia es una virtud cristiana, pero es también un valor humano y social. Por tanto, digamos que sí queremos trabajar en la viña, pero hagámoslo “Porque no sólo el que dice, Señor, se salvará sino quien ponga en práctica la Palabra de Dios” (Mt 7, 21).

Mons. Antonio José López Castillo

Arzobispo de Barquisimeto



Santo Padre

Destaca el Papa importancia de escuelas católicas


Benedicto XVI destacó esta semana la importancia de la escuela católica, de la que dijo es una "expresión del derecho de todos los ciudadanos a la libertad de educación y del correspondiente deber de solidaridad en la construcción de la convivencia civil".

El Papa dijo que hay que conocer la "preciosa contribución (de esa escuela) a la edificación del bien común de toda la sociedad…". Además reiteró el derecho de los padres a elegir la educación de los hijos y a que el estado financie las escuelas católicas: "En el contexto de renovación, que se proponen aquellos que anhelan el bien de los jóvenes y del país, se debe favorecer la efectiva igualdad entre las escuelas públicas y las escuelas concertadas, que consienta a los padres la oportuna libertad de elección en lo que respecta a las escuelas a las que deben acudir sus hijos".


Esta no es la primera vez que Benedicto XVI pide esa "igualdad". El pasado 29 de mayo, en un discurso a los obispos, dijo que Italia necesita una nueva educación y, en la misma línea que los prelados italianos, se mostró a favor de que el Estado italiano financie la escuela privada.

Lo defendió con esta frase: "en un Estado que se precia de promover la libre iniciativa en todos los campos, no parece justificarse la exclusión de un adecuado apoyo al compromiso de las instituciones eclesiásticas en el campo escolar".

La igualdad escolar, es decir, la equiparación entre la escuela pública y la privada, y la subvención de ésta última por parte del Estado, es una de las aspiraciones que mantiene desde hace años la Iglesia Católica Italiana, con el apoyo del Papa.

El episcopado insiste en la necesidad de una ley que garantice las subvenciones a los centros privados, para evitar, como ha ocurrido en los últimos años, que miles de colegios -en su mayoría de religiosos- hayan tenido que cerrar sus puertas por falta de dinero.

Según datos del sector, hay un millón ciento sesenta mil alumnos matriculados en las escuelas católicas de ese país.


Aparecida

Ante la exclusión, Jesús promueve la justicia

V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe. Documento Aparecida. Segunda Parte. Capítulo 3. Puntos 112, 113.

Seguimos repasando el Documento Aparecida, en esta ocasión, nos recuerda que Jesús es el primer defensor de los derechos del hombre y la conservación de la naturaleza. Reflexionemos sobre estos dos puntos de hoy.

Ante la exclusión, Jesús defiende los derechos de los débiles y la vida digna de todo ser humano. De su Maestro, el discípulo ha aprendido a luchar contra toda forma de desprecio de la vida y de explotación de la persona humana. Sólo el Señor es autor y dueño de la vida. El ser humano, su imagen viviente, es siempre sagrado, desde su concepción hasta su muerte natural; en todas las circunstancias y condiciones de su vida.

Ante las estructuras de muerte, Jesús hace presente la vida plena. “Yo he venido para dar vida a los hombres y para que la tengan en plenitud” (Jn 10, 10). Por ello, sana a los enfermos,
expulsa los demonios y compromete a los discípulos en la promoción de la dignidad humana y de relaciones sociales fundadas en la justicia.

Ante la naturaleza amenazada, Jesús, que conocía el cuidado del Padre por las criaturas que Él alimenta y embellece (cf. Lc 12, 28), nos convoca a cuidar la tierra para que brinde abrigo y sustento a todos los hombres (cf. Gn 1, 29; 2, 15).



Comunicado de la CEV

“El bien y la paz de nuestro pueblo”

Ante algunos acontecimientos recientes, los Obispos miembros de la Presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana, como pastores de la Iglesia de Dios interesados por el bien y la paz de nuestro pueblo, queremos manifestar lo siguiente:

1.- Invitamos a todos los venezolanos a participar activamente en la vida del país, con decisión, sin violencia, con respeto a la constitución, la legalidad y los derechos de todas las personas, y rechazamos que se siga creando un clima de agitación política antes de las próximas elecciones.

2.- Como en anteriores oportunidades en que se caldean los ánimos en vísperas de eventos electorales, levantamos nuestra voz de rechazo a toda violencia e intolerancia, venga de donde venga, contra personas, instituciones y medios de comunicación social. Igualmente rechazamos tanto el presunto magnicidio contra el Presidente de la República como la presunta conspiración para un golpe de estado, y exigimos que dentro del estado de derecho se lleven a cabo las investigaciones pertinentes.

3.- Pedimos a todos los actores políticos, tanto del gobierno como de la oposición, evitar cualquier tipo de acción que pueda poner en peligro la realización de las elecciones previstas para el 23 de noviembre.

4.- Exigimos que se respeten los derechos y se garantice la seguridad de todos los que intervienen en la campaña electoral, y que el Consejo Nacional Electoral garantice asimismo la absoluta transparencia de los venideros comicios, así como la igualdad de oportunidades para todos los candidatos.

5.-Manifestamos igualmente nuestra preocupación por la aparente inconstitucionalidad de algunos artículos de algunas de las leyes promulgadas el 31 de julio en el marco de la Ley Habilitante, tema sobre el cual haremos un pronunciamiento en la próxima Asamblea extraordinaria de la Conferencia Episcopal que se realizará en octubre.

6.- Con relación a personas procesadas judicialmente por delitos vinculados con asuntos políticos, entre ellos los Comisarios Vivas, Forero y Simonovis, así como ocho efectivos
de la Policía Metropolitana, deploramos que esos procesos se estén desarrollando con fuertes influencias políticas y con excesiva lentitud, y hacemos votos porque resplandezca la justicia.

7.-Por último, invitamos a todos los católicos y fieles de otras religiones a orar con insistencia a Dios por Venezuela, para que el futuro de nuestra Patria se desarrolle por los caminos de la libertad, la justicia, la igualdad y la tolerancia, el bien y la paz. Con afecto invocamos sobre todos los venezolanos la bendición de Dios, Padre de Nuestro Señor Jesucristo, y la maternal intercesión de Nuestra Señora de Coromoto, Patrona de Venezuela.




Áreas Pastorales

“Ustedes han entendido que debemos estar presentes en los medios”

El arzobispo de Barquisimeto, monseñor Antonio José López Castillo, se reunió esta semana con los laicos y sacerdotes que trabajan en los medios de comunicación social, llevando la Palabra de Dios.

Aprovechó la oportunidad para reiterarles su agradecimiento y felicitarles por esta valiosa labor. “Ustedes han entendido que debemos estar presentes en los medios”; y agregó: “ojala haya sacerdotes que les guste esta labor y apoyen a los laicos que se interesan por los medios de comunicación; ojala que tengamos muchos laicos que quieran animarse a evangelizar por esta vía”.

Asimismo, subrayó que es “inteligente el poder insertarnos en los medios que ya existen”, es decir, es mejor en el caso de la radio, la prensa y la televisión, abrirse espacios para la evangelización, en vez de crear nuevos medios, ya que su mantenimiento se convierte siempre en una carga económica muy pesada para la Iglesia, que poco tiene.

Finalmente, señaló como imprescindible que los laicos y sacerdotes inmersos en los medios de comunicación se formen, ya que por una parte “es difícil tratar el tema de la religión”, y por otra “tenemos el reto de ofrecer calidad… hay estar muy actualizados”, dijo.



viernes, 19 de septiembre de 2008

21 septiembre 2008

Evangelio

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: -«El reino de los cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña. Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña. Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo, y les dijo: "Id también vosotros a mi viña, y os pagaré lo debido." Ellos fueron. Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde e hizo lo mismo-. Salió al caer la tarde y encontró a otros, parados, y les dijo: ¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?" Le respondieron: "Nadie nos ha contratado." Él les dijo: "Id también vosotros a mi viña." Cuando oscureció, el dueño de la viña dijo al capataz: "Llama a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros." Vinieron los del atardecer y recibieron un denario cada uno. Cuando llegaron los primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno. Entonces se pusieron a protestar contra el amo: "Estos últimos han trabajado sólo una hora, y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el bochorno." Él replicó a uno de ellos: "Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último igual que a ti. ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?" Así, los últimos serán los primeros y los primeros los últimos.» Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús. (Mateo 20, 1-16).

Notas Pastorales: La grandeza del trabajo


“Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo, y les dijo: Vayan también ustedes a mi viña y les pagaré lo debido”. (Mt. 20,3-4).

¡Qué importante es tener trabajo! ¡Qué grande es querer trabajar! ¡Cómo entusiasma encontrarle sentido al trabajo de cada día!

En el Antiguo Testamento, pese a lo que se suele decir, se expresa que el trabajo no proviene del pecado. Antes de la caída, tomo Yahvé al hombre y lo estableció en el huerto del Edén, para que lo cultivara y lo guardara (Gen.2, 15). En efecto, el mismo decálogo después de describir seis días de trabajo es cuando prescribe el sábado como día de descanso y culto especial a Yahvé (Ex. 20,8).

A propósito de estos días de trabajo, es bueno recordar “los seis días bíblicos” que empleó Dios para crear el universo, que subrayan que Dios al formar al hombre a su imagen, quiso asociarlo a su proyecto, poniendo en manos del hombre el universo, a fin de que ocupara la tierra y la sometiera (Gen. 1, 28).

De tal manera que el ser humano está llamado a perfeccionar esa naturaleza, y el mundo creado por el Todopoderoso. Eso sólo se puede hacer con el trabajo, en todas sus variedades. Es sólo con el trabajo de cada día, como se consolida la creación. El trabajo es la expansión de la creación de Dios, es el cumplimiento de su voluntad.

Sin embargo, esa voluntad divina, no se expresa abiertamente en ninguna parte como mandamiento de la alianza, ni el decálogo, ni en el evangelio, sino que sencillamente la Biblia ve el trabajo como una exigencia de la vida humana; por eso la Sagrada Escritura frente al trabajo, traduce el juicio de una conciencia sana y recta, y lo ubica dentro de la verdadera sabiduría.

Por eso la palabra de Dios es muy severa con la ociosidad, en nombre de la dignidad y del sentido común. Está consiente que la pereza es madre la miseria. La ociosidad aparece como una degradación, que lleva a decir a San Pablo: “El que no quiera trabajar que no coma”; e insiste la palabra divina: “La puerta da vuelta sobre sus bisagras, y el perezoso sobre su cama” (Prov. 26,14).

Trabajemos más y con más calidad y eficacia; así lograremos un lugar de dignidad social.

Mons. Antonio José López Castillo
Arzobispo de Barquisimeto

Santo Padre: El viaje del Papa Benedicto XVI ha sido un éxito


Ha sido una de sus principales actividades en los tres años y medio que lleva como Pastor Supremo de la Iglesia. Y ha de situarse, junto a las visitas apostólicas a Turquía (Diciembre 2006) y a Estados Unidos de América (Abril 2008), como el más destacado hasta ahora de sus viajes. Benedicto XVI ha vuelto a hacer gala de un proverbial don de la palabra y de una sencillez, humildad y ternura que cautivan.

Benedicto XVI siempre va más lejos, siempre sorprende, siempre enriquece. No se estanca, no se repite. Reitera ideas y conceptos, sí, pero crea y recrea permanentemente, ahonda, profundiza, sugiere, propone, innova, amplia horizontes y perspectivas.

Seguir y leer a Benedicto XVI es cátedra de la mejor formación permanente, es oratorio de espléndida lectura espiritual, es escuela del actualizado reto y compromiso pastoral. Teólogo excepcional –con extraordinarios conocimientos también en Escritura, Patrística, filosofía, cultura clásica, música, arte…-, experto en Teología de la Historia, resultan memorables sus discursos al respecto, siempre frescos, vivos, renovados y plásticos. Es maestro de la verdad y de la dulzura, las dos juntas.

Los contenidos de los discursos y homilías son nos lo muestran como un sabio y como un pastor, bien fundamentado y bien consciente de los retos que a la acción evangelizadora y misionera de la Iglesia plantean los tiempos modernos, tiempos que han de propicios para un retorno a Dios, que no puede ser el gran desconocido del hombre y de la cultura de hoy, sino que es su Creador, su Salvador, su Santificador, su Amigo, su Esperanza.

Jesús de las Heras Muela
Director de de la revista Ecclesia



Aparecida

Jesús le da un nuevo sentido a la vida

V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe. Documento Aparecida. Segunda Parte. Capítulo 3. Puntos 109 al 111.

Ante una vida sin sentido, Jesús nos revela la vida íntima de Dios en su misterio más elevado, la comunión trinitaria. Es tal el amor de Dios, que hace del hombre, peregrino en este mundo, su morada: “Vendremos a él y viviremos en él” (Jn 14, 23). Ante la desesperanza de un mundo sin Dios, que sólo ve en la muerte el término definitivo de la existencia, Jesús nos ofrece la resurrección y la vida eterna en la que Dios será todo en todos (cf. 1Cor 15, 28). Ante la idolatría de los bienes terrenales, Jesús presenta la vida en Dios como valor supremo: “¿De qué le sirve a uno ganar el mundo, si pierde su vida?” (Mc 8, 36)[1].

Ante el individualismo egoísta, Jesús propone entregar la vida para ganarla, porque “quien aprecie su vida terrena, la perderá” (Jn 12, 25). Es propio del discípulo de Cristo gastar su vida como sal de la tierra y luz del mundo. Ante el individualismo, Jesús convoca a vivir y caminar juntos. La vida cristiana sólo se profundiza y se desarrolla en la comunión fraterna. Jesús nos dice “uno es su maestro, y todos ustedes son hermanos” (Mt 23, 8). Ante la despersonalización, Jesús ayuda a construir identidades integradas.

La propia vocación, la propia libertad y la propia originalidad son dones de Dios para la plenitud y el servicio del mundo.



Concilio Plenario de Venezuela
Instancias de comunión con Jesús


Documento Conciliar Nº 11 Instancias de Comunión. Punto final.

La Conferencia Episcopal Venezolana elabore trienalmente un plan pastoral como instrumento para la evangelización y animación pastoral.
La CEV, a través de la Comisión Episcopal respectiva, elabore un directorio sobre formas de financiamiento de la acción evangelizadora y sobre cuestiones jurídicas, legales y administrativas que atañen a las obras de la Iglesia.
Todas las instancias eclesiales dispongan de un consejo económico, formado por personas competentes y de indudable honestidad, que administre y supervise las gestiones realizadas.

El Consejo Nacional de Laicos, conjuntamente con los consejos diocesanos de laicos, promueva la planificación, coordinación y ejecución de planes de formación, jornadas de estudio sobre la realidad venezolana y eventos de espiritualidad laical.


Áreas Pastorales: El CNL se pronuncia

Ante la decisión del Ejecutivo Nacional de aprobar los 26 decretos leyes, los miembros del Consejo Nacional de Laicos de Venezuela (CNL), emitieron el jueves pasado un comunicado en el cual fijan su posición al respecto.

Mario González Casado, presidente del CNL, hizo lectura del contenido en el cual expresan que la aprobación de estas leyes se realizó “irrespetando la decisión de la mayoría del pueblo venezolano, violando una vez más la dignidad y los derechos humanos fundamentales, no sólo por el espíritu y los contenidos de las mismas, sino además, y sobre todo, por violentar la voluntad del país, decretándolas de un modo irregular, antidemocrático e impositivo, lo cual niega el derecho a la participación ciudadana, reconocido por nuestra Constitución”.

Asimismo, manifiestan que se impuso la voluntad de un sector por encima de lo que la mayoría de los venezolanos rechazaron el pasado 2 de diciembre, ya que “se restringe el derecho a la propiedad privada; constituyen un Estado dueño de todo, desvirtúan a la FAN, poniéndola al servicio de una ideología política; niegan la participación ciudadana, concentrando todo el poder en una sola autoridad; y revierten el proceso de descentralización”.

Por otro lado, afirmaron que esta acción “se opone a los valores y principios fundamentales del Evangelio y de la Doctrina Social de la Iglesia: el respeto a la dignidad de la persona humana, a la verdad, a la libertad, a la justicia, al bien común, a la solidaridad, a la subsidiaridad, a la libre y responsable participación en la construcción democrática de una nación y en la instauración de una convivencia fraterna y pacífica, iluminada por el precepto evangélico del amor”.

Por último hicieron un llamado a la participación en el ejercicio del derecho y deber de votar en las próximas elecciones del 23 de noviembre.

domingo, 14 de septiembre de 2008

14 DE SEPTIEMBRE

Evangelio

Mateo 18, 21-35. En aquel tiempo, se adelantó Pedro y preguntó a Jesús: -«Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces?» Jesús le contesta: -«No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Y a propósito de esto, el reino de los cielos se parece a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus empleados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así. El empleado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: "Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré todo." El señor tuvo lástima de aquel empleado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero, al salir, el empleado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba, diciendo: "Págame lo que me debes." El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba, diciendo:"Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré." Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía. Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: "¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo pediste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?" Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda. Lo mismo hará con vosotros mi Padre del cielo, si cada cual no perdona de corazón a su hermano.» Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


Notas Pastorales:



Saber pedir perdón

“Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda. Lo mismo hará con vosotros mi Padre del cielo, si cada cual no perdona de corazón a su hermano”. (Mt. 18, 34-35).

Quizás jurídicamente, ante la ley, no se justifica el perdón, pero Dios no es un legalista, Él es justo, pero ante todo es misericordioso; Él no quiere la muerte del pecador, sino que se convierta y viva.

Sin embargo, Dios sí quiere que el pecador reconozca sus pecados: “Te he confesado mi pecado y no oculté mi culpa” (Sal 32, 5). De tal manera que quien reconozca su culpa, Dios lo purifica y colma de alegría y paz en su corazón contrito. Por ello, pasado el exilio, se invoca constantemente “al Dios de los perdones” (Neh 9, 17), y “al Dios de las misericordias” (Dan 9, 9).

Junto a ese reconocer ante el Señor nuestras culpas, y pedirle con humildad perdón por nuestras faltas, con verdadera contrición de corazón, y valiéndose muy especialmente del sacramento de la reconciliación, está demás saber reconocer nuestras culpas ante quien hemos ofendido.

Es muy importante ser capaces de aceptar nuestros errores, y saber pedir perdón a nuestro prójimo; esto hará que los otros nos puedan perdonar también.

Cómo cuesta a los padres y a las madres aceptar sus errores ante los hijos; pareciera que creerse perfectos sin serlo daría más autoridad y permitiría una imagen aparentemente buena. Los hijos son los primeros en rechazar esa falsedad, y por el contrario quien sabe sincerarse con los hijos y les pide disculpas, sus hijos sabrán perdonarlos, entenderlos, quererlos y admirarlos.

Cómo cuesta a los dirigentes y a muchos formadores reconocer sus responsabilidades, aceptar una equivocación, porque se cree perder su imagen; en cambio, cuando se sabe aceptar los errores y pedir disculpas, se fortalece la credibilidad de un pueblo.

Para todos es esta reflexión, esto nos puede pasar a los obispos, a los sacerdotes, al político, al profesor, al profesional o al obrero.

Cuando se nos perdona y comprende nos sentimos agradecidos y dispuestos a cambiar, a poner más cuidado en lo que hacemos. A su vez si alguien nos pide disculpas, debemos tener la nobleza de aceptar esa disculpa y restablecer la armonía, entendiendo que en la mayoría de los casos se comenten errores por ignorancia, confusión o precipitación.

Saber perdonar de corazón, sin guardar rencores, es propio de seres nobles y verdaderamente grandes; la historia así lo demuestra.

Pensemos en que si Dios, siendo omnipotente, hace gala de su perdón y misericordia hacia nosotros pecadores arrepentidos, cuánto más nosotros debemos entonces perdonar a quien nos ofende y pedir perdón a quien ofendemos, porque “el que esté libre de pecado que tire la primera piedra” (Jn, 8-7).

Monseñor Antonio José López Castillo Arzobispo de Barquisimeto


Santo Padre

Mensaje del Papa Benedicto XVI en Francia.

“En este momento histórico en que las culturas se entrecruzan cada vez más, estoy profundamente convencido -aseguró- de que es cada vez más necesaria una nueva reflexión sobre el significado auténtico y sobre la importancia de la laicidad. Es fundamental, por una parte, insistir en la distinción entre el ámbito político y religioso para tutelar tanto la libertad religiosa de los ciudadanos como la responsabilidad del Estado hacia ellos, y por otra parte, adquirir una conciencia más clara de las funciones insustituibles de la religión para la formación de las conciencias y de la contribución que puede aportar, junto a otras instancias, para la creación de un consenso ético fundamental en la sociedad”.

Tras poner de relieve que los jóvenes son su “mayor preocupación”, Benedicto XVI dijo que muchos de ellos “han perdido su referencia en la vida familiar” y otros se hallan “marginados y a menudo abandonados a sí mismos, son frágiles y tienen que hacer frente solos a una realidad que les sobrepasa”.

Por eso, añadió,
“hay que ofrecerles un buen marco educativo y animarlos a respetar y ayudar a los otros, para que lleguen serenamente a la edad de la responsabilidad. La Iglesia puede aportar en este campo una contribución específica. La situación social de occidente, por desgracia marcada por un avance solapado de la distancia entre ricos y pobres, también me preocupa. Estoy seguro que es posible encontrar soluciones justas que, sobrepasando la inmediata ayuda necesaria, vayan al corazón de los problemas, para proteger a los débiles y fomentar su dignidad”.

El Papa manifestó su preocupación por “el estado de nuestro planeta”. En este sentido señaló la necesidad de “aprender a respetarlo y protegerlo mejor. Me parece que ha llegado el momento de hacer propuestas más constructivas para garantizar el bienestar de las generaciones futuras”.

El Santo Padre señaló:
“frente al peligro del resurgir de antiguos recelos, tensiones y contraposiciones entre las Naciones, de las que hoy somos testigos preocupados, Francia, históricamente sensible a la reconciliación entre los pueblos, está llamada a ayudar a Europa a construir la paz dentro de sus fronteras y en el mundo entero. A este respecto, es importante promover una unidad que no puede ni quiere transformarse en uniformidad, sino que sea capaz de garantizar el respeto de las diferencias nacionales y de las tradiciones culturales, que constituyen una riqueza en la sinfonía europea, recordando, por otra parte, que “la propia identidad nacional no se realiza sino es en apertura con los demás pueblos y por la solidaridad con ellos”. Confío en que vuestro país contribuya cada vez más al progreso de este siglo a la serenidad, la armonía y la paz”.



Aparecida

Infinitas razones para bendecir y alabar a Dios

V Conferencia General del CELAM. Documento Aparecida. La vida de Jesucristo en los discípulos misioneros. Capítulo 3. 3.1. La buena nueva de la dignidad humana. N° 104 y 105.

Bendecimos a Dios por la dignidad de la persona humana, creada a su imagen y semejanza. Nos ha creado libres y nos ha hecho sujetos de derechos y deberes en medio de la creación. Le agradecemos por asociarnos al perfeccionamiento del mundo, dándonos inteligencia y capacidad para amar; por la dignidad, que recibimos también como tarea que debemos proteger, cultivar y promover. Lo bendecimos por el don de la fe que nos permite vivir en alianza con Él hasta compartir la vida eterna. Lo bendecimos por hacernos hijas e hijos suyos en Cristo, por habernos redimido con el precio de su sangre y por la relación permanente que establece con nosotros, que es fuente de nuestra dignidad absoluta, innegociable e inviolable. Si el pecado ha deteriorado la imagen de Dios en el hombre y ha herido su condición, la buena nueva, que es Cristo, lo ha redimido y restablecido en la gracia (cf. Rm 5, 12-21).
Alabamos a Dios por los hombres y mujeres de América Latina y El Caribe que, movidos por su fe, han trabajado incansablemente en defensa de la dignidad de la persona humana, especialmente de los pobres y marginados. En su testimonio, llevado hasta la entrega total, resplandece la dignidad del ser humano.


Concilio Plenario de Venezuela
Favorecer una pastoral orgánica, planificada y participativa

Hay que consolidar en la Iglesia en Venezuela
la unidad en lo que es esencial.


Resumen del Documento Conciliar Nº 11. Instancias de Comunión. Desafío 6.

Los consejos parroquiales de pastoral, contando con la amplia participación de todos los miembros de la comunidad, y tomando en cuenta las líneas del plan diocesano, elaboren planes pastorales parroquiales que puedan responder a las necesidades de cada localidad

El consejo diocesano de pastoral elabore, con la participación de todos los organismos e instancias de la Iglesia particular, un plan de pastoral que incluya las líneas nacionales.

Todos los departamentos y servicios de coordinación pastoral de la diócesis trabajen incansablemente para que todos los miembros del Pueblo de Dios hagan suyo el proyecto diocesano y colaboren en los planes pastorales de la diócesis (Cf. SD 57).

Los miembros de los institutos de vida consagrada y de las sociedades de vida apostólica procuren la integración de sus proyectos pastorales en el conjunto de la programación y estructuras pastorales de la diócesis y de las parroquias en las que tienen sus obras (Cf. VCV 92)26.

Las diócesis y parroquias ofrezcan una capacitación adecuada por medio de talleres y cursos sobre elaboración de proyectos, planes y programas, siguiendo la metodología de planificación y contando con las herramientas técnicas.


Áreas Pastorales
¿Quiénes son los ángeles?


Los ángeles son mediadores, custodios, protectores
y ministros de la justicia divina.


Juan XXIII, el "Papa bueno", cómo le llamaba la gente, comentó en cierta ocasión: «Siempre que tengo que afrontar una entrevista difícil, le digo a mi ángel de la guarda: Ve tú primero, ponte de acuerdo con el ángel de la guarda de mi interlocutor y prepara el terreno. Es un medio extraordinario, aún en aquellos encuentros más temidos o inciertos...».

Este ejemplo tan sencillo introduce nuestra reflexión sobre la existencia de los ángeles.

Los ángeles son seres espirituales creados por Dios por una libre decisión de su voluntad divina. Son seres inmortales, dotados de inteligencia y voluntad.

La misión de los ángeles es amar, servir y dar gloria a Dios, ser sus mensajeros, cuidar y ayudar a los hombres. Ellos están constantemente en la presencia de Dios, atentos a sus órdenes, orando, adorando, vigilando, alabando a Dios y pregonando sus perfecciones. Son mediadores, custodios, protectores y ministros de la justicia divina.

Los ángeles nos protegen, nos defienden físicamente y nos fortalecen al combatir las fuerzas del mal. Luchan con todo su poder por nosotros y con nosotros. Como ejemplo tenemos la milagrosa liberación de Pedro que fue sacado de la prisión por un ángel (Hech 12,7).

En momentos de dificultad, se les puede pedir luz para tomar una decisión, para solucionar un problema, actuar acertadamente, o descubrir la verdad.

Los ángeles nos animan a ser buenos. Ellos ven continuamente el rostro de Dios, pero también ven el nuestro. Debemos tener presentes las inspiraciones de los ángeles para saber cómo obrar correctamente en todas las circunstancias de la vida.

sábado, 6 de septiembre de 2008

7 DE SEPTIEMBRE


Evangelio
Mateo 16, 21-27. -«Si tu hermano peca, repréndelo a solas entre los dos. Si te hace caso, has salvado a tu hermano. Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para que todo el asunto quede confirmado por boca de dos o tres testigos. Si no les hace caso, díselo a la comunidad, y si no hace caso ni siquiera a la comunidad, considéralo como un gentil o un publicano. Os aseguro que todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo. Os aseguro, además, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre del cielo. Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. » Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Notas Pastorales: Oremos siempre


“También les aseguro que si dos de ustedes se unen en la tierra para pedir algo, mi Padre que está en el cielo se lo concederá. Porque donde hay dos o tres reunidos en mi Nombre, yo estoy presente en medio de ellos” (Mt. 18, 19-20).

Así nos invita el Evangelio de hoy a reflexionar sobre la oración. La historia sagrada está marcada por la plegaria; en efecto, Moisés surge como un hombre de plegaria y Dios, en consideración a la oración de Moisés salva al pueblo. “Yahvé dijo a Moisés: Haré también esto que me acabas de pedir, pues has hallado gracia a mis ojos, y yo te conozco por tu nombre” (Éxodo 33, 17).

Esta oración, sigue un esquema de toda súplica bíblica del Antiguo Testamento, es decir, primero un llamamiento al amor de Dios: “¿Por qué, oh Yahvé, ha de encenderse tu ira contra tu pueblo, el que tú sacaste de la tierra de Egipto con gran poder y mano fuerte?” (Éxodo 32, 11); segundo, consideración a la Gloria de Dios: “¿Van a poder decir los egipcios: Por malicia los ha sacado, para matarlos en las montañas y exterminarlos de la faz de la tierra?” (Éxodo 32, 12); y tercero, un llamamiento a su justicia y fidelidad: “Acuérdate de Abraham, de Isaac y de Israel, siervos tuyos, a los cuales juraste por Ti mismo: …toda esta tierra que os tengo prometida, la daré a vuestros descendientes, y ellos la poseerán como herencia para siempre” (Éxodo 32, 13).

Asimismo, la oración transformaba contemplativamente a Moisés: “Siempre que Moisés se presentaba delante de Yahvé para hablar con él… los israelitas veían que el rostro de Moisés irradiaba” (Éxodo 34, 34-35).

En el Nuevo Testamento, los Sinópticos, es decir los Evangelios de Marcos, Lucas y Mateo, nos muestran el “Padre nuestro” como la mejor y más grande oración; así vemos que de la conciencia de Dios como Padre, surge la confianza del orante.

De igual forma, no hay nada que mejor revele en los Evangelios la necesidad absoluta de la oración, que el lugar que esta ocupó en la vida misma de Jesús; Él ora con frecuencia en la montaña: “y una vez que los despidió, subió al monte a solas para orar” (Mateo 14, 23); incluso ora antes de salir a predicar: “Por la mañana, antes que amaneciera, Jesús se levantó, salió y fue a un lugar desierto; allí estuvo orando… Y fue predicando en las sinagogas de toda la Galilea y expulsando demonios” (Mateo 1, 35-39).

En Cristo existía una relación fundamental entre su oración y su misión salvadora. La oración de Jesús era el secreto que atraía a sus más allegados y en el que les hacía penetrar cada vez más.

Pues bien, si Cristo necesitó de la oración y se alimentaba de esta para poder cumplir la voluntad del Padre, ¿Qué podemos decir nosotros?; los bautizados, los cristianos, debemos estar conscientes de la importancia de la oración para estar en comunicación con el Señor.

Perseveremos en la oración. Pidamos por nuestra vida de amistad con Dios, la vida en gracia; ofrezcámosle a Dios nuestro trabajo, el estudio, el alimento, el descanso, todos nuestros proyectos; pongámonos siempre en las manos de Dios.

Monseñor Antonio José López Castillo
Arzobispo de Barquisimeto



Santo Padre

Del 12 al 15 de septiembre, el Papa Benedicto XVI realizará su décimo viaje internacional.
Algunas claves de esta visita pastoral de Benedicto XVI:

  • Encuentro con la Iglesia católica francesa del presente. Este país ofrece todavía hoy datos estadísticos que lo confirma como una de las principales naciones de la catolicidad, incluso con algún ligero repunte esperanzador en su dinamismo interno. Así, de los cerca de sesenta y dos millones de personas que habitan Francia, más de cuarenta y seis millones son católicos, un 75,5% de la población.
  • Vinculaciones de Benedicto XVI con Francia. Buen conocedor de la cultura gala, Joseph Ratzinger es miembro desde hace años de la Academia francesa de Ciencias Morales y Políticas.
  • En diálogo con la cultura moderna. El diálogo fe-razón, Iglesia-cultura será, sin duda, uno de los ejes de esta visita papal. De hecho, uno de sus momentos más esperados es el discurso que pronunciará en la tarde del viernes 12 de septiembre en el colegio parisino de los Bernardinos en su programado encuentro con representantes del mundo de la cultura.
  • Relaciones Iglesia-Estado y raíces cristianas de Francia y de Europa. Ratificar el modelo válido de autonomía y de colaboración en las relaciones Iglesia-Estado.
  • Encuentro y el diálogo interreligioso. En la tarde del viernes 12 de septiembre, el Santo Padre recibirá a los principales representantes de la importante y emblemática comunidad judía de París.
  • En Lourdes, peregrino entre peregrino. Dos días permanecerá Benedicto en Lourdes, junto a la gruta milagrosa y venerable de Masabielle. Los 150 años de las apariciones marianas en este mismo lugar es el principal hilo conductor de la visita apostólica.
  • María, la gran fuerza de la catolicidad. En distintas ocasiones, Benedicto XVI ha calificado la piedad y devoción a María Santísima como la gran fuerza y una de las señas de identidad de la catolicidad. Lourdes, acoge a seis millones de peregrinos cada año.


APARECIDA

“¿Cómo vamos a saber el camino?”


V Conferencia General del CELAM. Documento Aparecida. La vida de Jesucristo en los discípulos misioneros. Capítulo 3. La alegría de ser discípulos misioneros para anunciar el evangelio de Jesucristo. N° 101 y 102.

En este momento, con incertidumbres en el corazón, nos preguntamos con Tomás: “¿Cómo vamos a saber el camino?” (Jn 14, 5). Jesús nos responde con una propuesta provocadora: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida” (Jn 14, 6). Él es el verdadero camino hacia el Padre, quien tanto amó al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en Él tenga vida eterna (cf. Jn 3, 16). Esta es la vida eterna: “que te conozcan a ti el único Dios verdadero, y a Jesucristo tu enviado” (Jn 17, 3). La fe en Jesús como el Hijo del Padre es la puerta de entrada a la Vida. Los discípulos de Jesús confesamos nuestra fe con las palabras de Pedro: “Tus palabras dan Vida eterna” (Jn 6, 68); “Tu eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo” (Mt 16, 16).

Jesús es el hijo de Dios, la Palabra hecha carne (cf. Jn 1, 14), verdadero Dios y verdadero hombre, prueba del amor de Dios a los hombres. Su vida es una entrega radical de sí mismo a favor de todas las personas, consumada definitivamente en su muerte y resurrección. Por ser el Cordero de Dios, Él es el salvador. Su pasión, muerte y resurrección posibilita la superación del pecado y la vida nueva para toda la humanidad. En Él, el Padre se hace presente, porque quien conoce al Hijo conoce al Padre (cf. Jn 14, 7).



Concilio Plenario de Venezuela
Corresponsabilidad en el sostenimiento de la Iglesia


Resumen del Documento Conciliar Nº 11. Instancias de Comunión. Desafío 5.

Todos los miembros del Pueblo de Dios, especialmente los fieles laicos, apoyen iniciativas de la vida social, política y económica de nuestro país que, en concordancia con los principios de la enseñanza social de la Iglesia, promuevan un desarrollo más solidario y justo, participativo y democrático.

Todos los agentes de pastoral, especialmente los ministros ordenados y los miembros de institutos de vida consagrada, traduzcan en gestos, actitudes y estilo de vida, su desprendimiento de los bienes materiales, y la cercanía y preferencia de la Iglesia por los pobres.

Cada uno de los organismos e instancias de la Iglesia particular contribuya, a promover una catequesis referente a la comunicación cristiana de bienes y la responsabilidad de los bautizados en el sostenimiento económico de la acción evangelizadora.

Los diversos organismos e instancias eclesiales, busquen mecanismos para superar el secreto en que se encuentra envuelto lo económico a través de oportunos informes, de manera que se cambien las imágenes deformadas que se tienen sobre la posesión y uso de los bienes de la Iglesia.

El obispo establezca criterios para la adecuada administración de los bienes en su Iglesia particular; y junto con los párrocos integren a la administración de los bienes diocesanos y parroquiales a laicos competentes que ayuden a guiar su utilidad dentro de los fines a los que están orientados.

Los consejos presbiterales de cada Iglesia particular contribuyan al desarrollo de mecanismos que hagan posible la solidaridad económica y efectiva en el presbiterio.





Áreas Pastorales


La parroquia Ntra. Señora de Coromoto ubicada en la Av. Libertador, celebrará sus Fiestas Patronales en este mes de septiembre. El cronograma de actividades será el siguiente:

  • Lunes 8 de septiembre: Misa de la Natividad de la Santísima Virgen María y 365 Aniversario de la Aparición de la Virgen de Coromoto en Venezuela. A las 6:00 p.m. Amenizada por la Banda Marcial de la ESCUPOL.
  • Jueves 11 de septiembre: Misa de la Solemnidad de Ntra. Señora de Coromoto (Coronación canónica como patrona de Venezuela, 66 aniversario) 6 p.m. Amenizada por el grupo Sarmiento. Concierto de música sinfónica a cargo de la Orquesta Infantil los Pequeños Mozart.
  • Domingo 14 de septiembre: Eucaristías dominicales matutinas 7 a.m., 8:15 a.m., 9:30 a.m. y 11 a.m. y vespertina 5:00pm.
  • Domingo 28 de septiembre: Serenata de música venezolana en honor a la Virgen de Coromoto, luego de la misa de 5:00 p.m., en la Plaza María Madre del Salvador.
  • Segunda edición del concurso para niños de pintura coromotana, desde el 01 al 27 de septiembre. El objetivo del concurso es promover y fomentar una cultura a favor de la devoción hacia la Virgen María, concientizando a los niños a presencia protectora de la Madre de Dios, bajo varios nombres pero con una sola intención, que es llevarnos a su Hijo, Jesucristo. Las pinturas serán evaluadas y premiadas con Biblias, morrales, una computadora, una bicicleta, útiles escolares, entre otros. Información: 0251-2514439.